Kristalina Georgieva explicitó el aval del FMI al gobierno argentino. Bessent lo reforzó y los “lobos” de Wall Street exigen reformas estructurales. Presión sobre las empresas por remarcaciones y enojo «en sordina» de la Mesa de Enlace.
Por Marcelo Bonelli para Clarín
«Toto” Caputo afirmó: “La situación está controlada”. Hablaba de la nueva política cambiaria de bandas, donde Economía intervino la primera semana para lograr esa sensación de control. Los “lobos” de Wall Street lo ametrallaron a preguntas. Utilizaron el encuentro para exigir reformas estructurales que consoliden el modelo. Caputo se sinceró: “Tenemos que ganar las elecciones para hacer reformas estructurales”. Ocurrió en un seminario cerrado del JP Morgan. Se habló del valor justo del dólar. Hubo preguntas sobre las endebles reservas y también sobre inflación. Toto los tranquilizó: “Tenemos contenida la inflación”. Ese dato es clave para ganar las elecciones.
Así, con “tirabuzón” y “entrelíneas”, Toto explicitó el plan político y electoral de Javier Milei hasta octubre. La estrategia incluye tres cuestiones centrales: sostener el rebote económico, reprimir la remarcación y evitar cualquier despiste cambiario.
Milei sostiene que para eso tiene un reaseguro: el apoyo político de EE.UU. y del propio FMI a su mandato.
Este jueves, Kristalina Georgieva explicitó el aval electoral del Fondo: “Es fundamental que en octubre no descarrile la voluntad de cambio”. La Casa Blanca también apuntaló a Milei. Las declaraciones de Scott Bessent fueron un misil: prometió un préstamo directo, en caso de una turbulencia en la economía. Sucedió en otro encuentro del poderoso JP Morgan. Es el banco privado más estrechamente vinculado al “poder permanente” de Washington.
La reunión la moderó Tim Berry, el “chairman” del banco en Washington y América. El “capo” cambió el tema de discusión -eran los aranceles de Trump- y mandó un teledirigido. Así, provocó una trascendente definición de Bessent sobre Argentina: “Si hubiera un shock, el Tesoro ofrecería un préstamo a la Argentina”.
En el exterior reconocen que Argentina tiene múltiples desafíos y acechanzas. Y que nada de lo hecho hasta ahora asegura tranquilidad hasta las elecciones. Por eso, Kristalina y Bessent acompañan y fogonean un triunfo de Milei en octubre. Ocurrió a escasas cuadras de la Casa Blanca. Sucedió mientras la muerte de Francisco conmovía al mundo: esta semana, el mensaje del Papa fue revalorizado en Argentina.
Se fueron las chicanas y pequeñeces domésticas. Hasta Milei confirmó su giro copernicano. En campaña lo trató de enviado del “maligno”. El jueves afirmó: “Francisco fue el argentino más importante de la Historia”. La relación entre ambos, Francisco y Milei, se restableció en el Vaticano en el abrazo de febrero del 2024. Fue en la canonización de Mama Antula.Pero la relación entre ambos se había distanciado en el último semestre y no existió comunicación. Milei no le perdonó el Exocet de Francisco contra la represión y los cuestionamientos a su política para los jubilados. Menos cuando habló -sin especificar momento- de un ministro que pedía coimas. Días después, fue eyectado sin explicación el ministro de Salud. En verdad, ninguno de los presidentes que convivió con Bergoglio aprovechó el Papado de Francisco a favor de Argentina.
Cristina tuvo una actitud falsa y fue la reina de la hipocresía. Primero odiaba a Bergoglio y después pidió el pulmotor del Vaticano para terminar su segundo mandato carcomido por la inflación y la corrupción.Francisco la ignoró los últimos años. No la quería ni ver. Igual que a Alberto, quien se pavoneaba y repetía que era “su amigo”. Tampoco lo recibió más. Francisco se sintió traicionado por Alberto. El desatino no tuvo límite. Jaime Durán Barba, en la época de Mauricio Macri, aconsejó distanciarse de Francisco con una frase: “No vale la pena, el Papa no junta cuatro votos”. Este viernes, todos los mandatarios del mundo van a sus exequias. Entre ellos, su archienemigo Donald Trump. Milei viajaba en la noche. El Presidente está eufórico y canta solo en Olivos: “Mandril, decime qué se siente…”.
Se burla en privado de los economistas críticos y odia a los periodistas. Entre banqueros se conoce que el dúo Caputo-Bausili tomó la decisión de intervenir, para inducir a una baja del nuevo dólar. Ambos lo hicieron solapadamente para demostrar al mercado que la “situación estaba controlada”. También para frenar remarcaciones.
Toto utilizó el escrache público sobre varias compañías. Tuvo el apoyo de la Asociación de Supermercados Unidos. Juan Vasco Martínez fue un ariete contra las “multi” formadoras de precios. Martínez es un hábil lobbista vinculado al equipo económico y director de ASU. Antes estaba cerca de Matías Tombolini.
El último lunes, su nombre se mencionó -varias veces y siempre mal- en la Copal, la Coordinadora de la Alimentación. Los jefes de las “multi” y formadores de precios cuestionaron a Caputo y su “estrategia a lo Moreno”. Se referían a Guillermo, el kirchnerista exsecretario de Comercio: un verdadero coleccionista de fracasos en la lucha contra la inflación. El “ejercito de trolls” del Pibe Caputo acompañó a “Toto” y vilipendió a los formadores de precios. La actitud tuvo repercusión negativa entre los hombres de negocios. La astuta gestión de Carla Martín Bonito – titular de Copal- evitó que la bronca trascienda. No quieren conflictos con “Javo”.Las firmas negocian trasladar aumentos en los alimentos de un dígito. Hasta ahora – con el dólar actual- hubo una devaluación del 5 % y encima en marzo el mercado volvió a caer. Sin duda, “Toto” tuvo éxito en su relato político. Eso se lo reconocen en el FMI. El propio Luis Cubbedu admite en privado que logró que Argentina corrija su estrategia cambiaria como exigía el FMI. Pero el relato oficial instaló otra cuestión: que no se devaluó y que Economía tenía todo planificado desde agosto. Incluso, a pesar de insistir con la “tablita” en febrero. Toto tuvo innumerables encuentros privados. En esas reuniones aseguró que Argentina recibirá 4.000 millones de dólares hasta las elecciones por entrada de capitales privados. Vienen para aprovechar el “carry trade”. La cuestión del billete provoca inquietud en el campo. Afirman que el dólar “Milei de 1.000” afecta el negocio: los productores tendrían una paridad inferior a la de la tablita.
Existe tensión en la Mesa de Enlace. Dicen que, así, los números no van a cerrar.
Hasta ahora se impone la posición de Nicolás Pino: no irritar a Milei. Este viernes habrá un importante encuentro en la Bolsa de Rosario. Los dirigentes del campo –incómodos– le exigieron al equipo de Caputo que den la cara frente a los productores. Antes se van a producir los cambios en la UIA. Martín Rapallini asumirá su liderazgo. Sus vicepresidentes serán: el influyente David Uriburu, Rodrigo Pérez Graciano, Modesto Isaías Drajer, Martín Cabrales.
Paolo Rocca –el más importante industrial argentino– va a tener fuerte influencia en la UIA. Milei lo acusa de alentar las críticas contra la Casa Rosada. Rapallini prepara su asunción. Habría munición gruesa: exigirá revalorizar a la industria y pedirá una baja general de tributos para “equilibrar la cancha”.
La decisión es evitar mencionar el dólar. No quieren alterar a Javo. En cambio, hablará del fenómeno Trump. En la UIA dicen que no se puede idolatrar al republicano, pero a la vez hacer lo contrario con la industria local. Mauricio le tiró un Exocet a Milei. Y Milei una bomba a Macri. Diego Santilli estaría por pasarse a La Libertad Avanza.
La Cámara Nacional Electoral recién anoche recibió los fondos para la elección. Fue después de una áspera y durísima acordada de los jueces el martes contra Economía y la Jefatura de Gabinete: en su texto, los acusaron de boicotear los comicios.